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DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

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El Hospital de Salamanca prueba un fármaco contra la ELA

El Hospital de Salamanca aplica un tratamiento contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que frena la evolución la enfermedad. Es un fármaco de uso compasivo para pacientes con ELA genética con una mutación en el gen SOD1, que estos pacientes tendrán que seguir recibiéndolo una vez al mes durante toda su vida.

Para pacientes con ELA familiar SOD1

Lo administramos pinchando al paciente en la espalda, de la misma manera que se pone la anestesia epidural a las mujeres. Tiene que ser así para que el fármaco pueda pasar a la zona donde están las neuronas. Es verdad que es un tratamiento de por vida y que habrá que hacerlo todos los meses, pero sin duda merece la pena”, expresa la responsable de la Unidad de ELA del Hospital de Salamanca, María Dolores Calabria.

La neuróloga explica que solo son candidatos a este tratamiento “los enfermos que tengan ELA genética y, además, con una mutación determinada en el gen SOD1”, lo que reduce considerablemente el número de enfermos que se pueden beneficiar. “La ELA genética solo supone el 20% del total, pero dentro de la ELA genética esta mutación supone el mayor porcentaje”, señalan.

El fármaco

La forma en la que actúa este fármaco (un oligonúcleo antisentido) es “bloqueando la expresión de ese gen que produce toxicidad y hace que se degeneren las motoneuronas”.

A diferencia de otros productos que pueden ralentizar la enfermedad o aliviar los síntomas, “esta es la primera vez que tenemos algo que modifique realmente el curso de la enfermedad”, enfatiza la responsable de la Unidad de ELA.

Según los estudios realizados previamente, la máxima efectividad del tratamiento se alcanzaría a las 12 semanas del primer ‘pinchazo’. A partir de ese momento se podría plantear la posibilidad de recuperar parte de las facultades perdidas. El fármaco no sana ni recupera, tan solo frena la evolución, pero las especialistas del Hospital de Salamanca puntualizan que “existe la plasticidad neuronal y con trabajo de rehabilitación, dependiendo del estadio del enfermo, se podría recuperar algo”.

Equipo de trabajo

El equipo formado por María Dolores Calabria, Karen López (residente de Neurofisiología), Maxi Santa Martina (enfermera gestora de casos) y Ana Sánchez (neuróloga) coinciden en señalar que “se trata de una enorme puerta abierta a la esperanza que, puede marcar también el camino a seguir frente a otras mutaciones”.

Fuente de la información: La Gaceta de Salamanca