Desde 2005 a tu lado

DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

Desde 2005 a tu lado

DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

Toñi y Rafa

A mi esposa, mi Toñi

“Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día… si me dejas solo ¿Qué será de mí?” Estas palabras las llevo grabadas en mi mente y en mi corazón, las que mi Ángel de la Guarda, que incansable, repitió durante toda su vida, mi madre.

A mi madre

Mi madre, para quién a pesar de los años seguí siendo su niño. Y siguió protegiéndome hasta su partida, dulce partida, como ella vivió hasta su último segundo.

Lo hizo bien, como ella quería. Aunque dejó un vacío tan grande y una huella tan profunda, que creía no poder asumir. “Si me dejas solo ¿Qué será de mí?”, hasta que te das cuenta que jamás te abandonan. Tus Ángeles siguen contigo, a tu lado, desde la otra parte de la vida, porque tengo claro que cuando tu cuerpo para y te abandona la vida, tu Alma emprende otra etapa, distinta, nueva, pero sigues siendo tú, realmente. Sí, creo que la muerte no es el final, es el principio de tu otro yo.

La ELA

Hace 9 meses que fui diagnosticado de ELA y a pesar del trágico significado de esa palabra, tampoco la ELA es el final, por el contrario, es el comienzo, la antesala de una vida. Te da la oportunidad de disfrutar cada segundo y saber que estás en un periodo de transición. A la vez que tu cuerpo se va volviendo algo más torpe, tu mente y tus sentidos se agudizan, valoras lo insignificante y te llenas de vida. Notas que no sabes cómo enfocar esta etapa, ¡hay tantas cosas nuevas en lo cotidiano!

“Ya no hay enfermo”, solo tu cuerpo es el que sufre algunas limitaciones, pero la ELA, no afecta al Alma.

A mi Toñi

Sonrisa, sí, Sonrisa, es lo que tengo en mi vida, por tener la suerte de tener un Ángel de la Guarda, que me acompaña todo el día y la noche, que se desvela conmigo, que me ayuda sin condiciones y sin conocimientos, solo con todo su corazón y amor, que me llena tanto, que me hace perder el sentido de la supuesta cruel realidad.

Querida, “lo estás haciendo bien”. Sigo siendo un tío con suerte, no he podido tener más suerte, que tenerte en mi vida, tengo un Ángel en el Cielo y otro en la Tierra que me hacen luchar día a día y celebrar cada mañana, otro día más para disfrutar a tu lado.

Te pasaron un difícil testigo y aun así “lo estás haciendo bien” no necesito nada más que sentirte para saber que mi Ángel de la Guarda, sigue en mi vida.

Superamos los malos momentos con amor

Llevamos meses duros, la ignorancia, el dolor y el desconcierto se han intentado apoderar de nuestra vida, pero no pueden ni podrán con nosotros, eres mi compañera, mi mejor compañía para este viaje, sigo siendo un tío con suerte, tengo en mi vida a la mujer de mi vida, a la mejor cuidadora y a la sonrisa más bonita, mi esposa, mi Toñi.

Solo te escribo estas letras, un reconocimiento a tu labor con este “Viejo Capitán” que ya encontró su Sirena y porque a veces se me olvida decirte que “lo estás haciendo bien”, que, sin ti, esto tendría poco sentido, que no habría “nuestro baile de calcetines”, ni “nuestro abrazo de camisetas”. Que en esta vida o cualquier otra que venga, siempre serás lo mejor que me he encontrado.

No quiero revindicar en este momento, que ya habrá tiempo, las carencias institucionales que padecemos, solo quiero recordarte “que lo estás haciendo genial”. Gracias Gordi.

Gracias por el apoyo de mi asociación

Y gracias también a la asociación Andaluza de ELA, por permitirme valorar públicamente la labor de las personas que estáis en la sombra, sin las que muchos de nosotros estaríamos muy perdidos. Por vuestro apoyo legal y personal, por ese trato que nos hace sentir acompañados, en lo que para nosotros no estamos preparados, “vosotros también lo estáis haciendo bien” aunque en este caso sea un reconocimiento del muchísimo amor que recibo y que no se si estoy a la altura.

Gracias a las esposas y esposos llenos de amor

Gracias a todas las esposas, transformadas en enfermeras, cuidadoras, expertas y llenas de Amor. Gracias por estar pendientes de nosotros.

Gracias a esos maridos que, sin preparación, aportan todo lo que da la vida a sus familias, igual que nuestras esposas.

Así que por todas y todos ellos, ¡manda al enfermo a tomar viento y vive cada momento!
La ELA no es el final, es el comienzo de otra etapa de tu vida. VIVEEEEEEE !!!!!!!

Os quiero
Testimonio: Rafael Díaz, Punta Umbría (Huelva)