Desde 2005 a tu lado

DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

Desde 2005 a tu lado

DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

La Universidad de Sevilla investiga la ELA

[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»]

David Pozo (a la izqda) con su equipo de investigación
David Pozo (a la izqda) con su equipo de investigación

Andalucía cuenta con un único grupo de investigación en torno al ELA: el equipo Terapias Avanzadas en Neuroprotección e Inmunomodulación que dirige en la Universidad de Sevilla David Pozo. Su actividad tiene dos frentes: por una parte busca terapias y herramientas diagnósticas innovadoras en animales y, por otra, trabaja con pacientes de ELA en colaboración con los hospitales universitarios de Málaga y Virgen Macarena y Virgen del Rocío, en Sevilla.

El equipo se propone establecer cuáles son los componentes del sistema inmunológico que podrían manipular de forma inteligente para modificar el desarrollo de la enfermedad. Es, en definitiva, abrir el camino para abordar la esclerosis lateral amiotrófica con técnicas de terapia celular. Más allá de estos mecanismos, los investigadores de la Universidad de Sevilla identifican marcadores asociados a la respuesta del sistema inmunológico con la finalidad de poder construir algoritmos clasificatorios más precisos que ayuden a diferenciar los estadios tempranos de la enfermedad, de manera que se pueda mejorar y anticipar su diagnóstico. En este sentido, y en colaboración con el neurólogo del hospital Virgen del Rocío Celedonio Márquez, los investigadores han identificado proteínas adaptadoras relacionadas con la respuesta inmune innata de los pacientes.

David Pozo destaca, por un lado la aproximación multidisciplinar a la ELA que lleva a cabo el grupo y, por otro, “los vasos comunicantes” con los que cuenta para “realizar experimentos tanto en investigación preclínica como clínica”. El equipo lidera desde el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) estudios que abarcan desde espectroscopia por resonancia magnética tanto in vivo e in vitro, como técnicas de imagen por PET-CT, o estudios de generación de nuevos agentes de contraste nanoestructurados que puedan combinar terapia y diagnóstico de forma simultánea.

El interés del grupo también incluye el estudio de los efectos inmunoreguladores y neuroreparadores en ELA de neuropéptidos (cadenas de aminoácidos localizados en las neuronas que se consideran sustancias mensajeras), inmunoterapia con complejos de proteínas chaperonas y SOD1 o TDP43, terapia celular basada en células madre de diferente origen y alteraciones de la homeostasia de la energía (mecanismos que tienden a mantener estables las condiciones internas de un organismo para asegurar sus funciones metabólicas) en la ELA.

Hasta ahora todos los hallazgos científicos relacionados con esta enfermedad se basan en la descripción de los daños que produce a nivel celular y molecular, pero no hay indicaciones claras de los mecanismos que la originan. El tratamiento con el fármaco Riluzole y las intervenciones basadas en células madre son, hasta cierto punto resultado de descubrimientos no intencionados o de aplicaciones no específicas de terapias celulares cuyos efectos no se comprenden realmente, según el investigador sevillano. En opinión de David Pozo en la actualidad la combinación de las llamadas tecnologías ómicas con las de imagen clínica molecular pueden ser la clave para un correcto diagnóstico temprano y el diseño de estrategias terapéuticas contra esta enfermedad.

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]