Recuerda que soy la víctima indefensa de una enfermedad neurodegenerativa que está fuera de mi control, sé paciente conmigo. Aún cuando no siempre te pueda contestar, puedo escuchar tu voz y entiendo tus palabras. Háblame. Cada día de mi vida es una larga y desesperada batalla, tu ternura puede ser el evento más especial de mi vida. Sé tierno conmigo, considera mis sentimientos, porque aún están vivos dentro de mí.
Al igual que con gusto te hubiera tratado a ti, si hubieses sido tú el enfermo. Trátame con dignidad y respeto.
Yo fui antes una persona sana, vibrante, llena de vida, amor y risa y con habilidades. Recuerda mi pasado.
Aunque a ti te parezca oscuro, siempre estoy llena de esperanza del mañana. Recuerda mi futuro.
Soy esposa, madre, hija, hermana, amiga, querida, cariñosa, que extraña mucho mi vida pasada… Recuerda mi presente.
Soy una persona que languidece en la penumbra, que se mece entre el tiempo y la eternidad, tu presencia puede hacer más por mí que tu compasión. Acompáñame.
Los regalos de amor que me prodigues serán una bendición con la cual llenaremos de sentido nuestras vidas… Quiéreme.
Este texto de más arriba, lo ha subido a su estado de facebook María José, una amiga de la Asociación y afectada de ELA. Aunque es un decálogo que circula mucho por internet, esta vez lo queremos compartir con todos vosotros porque da de lleno en la diana de la ELA. Nuestra amiga dice que es un escrito fundamental para leer si convives con una persona afectada de ELA.
