En la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), la sialorrea, o exceso de saliva, es un síntoma común que surge principalmente debido a la dificultad para tragar y retener las propias secreciones bucales, y no por una producción excesiva de saliva.
Este síntoma se relaciona con la debilidad o espasticidad de la lengua y la disfunción motora en el área orofacial. Aproximadamente la mitad de los pacientes con ELA experimentan sialorrea en algún momento durante la progresión de la enfermedad, y alrededor del 20% desarrolla niveles severos de este síntoma.
Fármacos
Para abordar la sialorrea, se emplean varios enfoques terapéuticos. En primer lugar, tras la evaluación por parte del equipo multidisciplinar ELA en el hospital, se suele iniciar el tratamiento farmacológico con amitriptilina, comenzando con dosis bajas por la noche y aumentando gradualmente hasta alcanzar entre 25 y 50 mg cada 8-12 horas, siempre y cuando los efectos secundarios no sean limitantes para el paciente.
También se recurre a otros medicamentos, como los antimuscarínicos, que incluyen gotas de atropina al 0.5 o 1% administradas de 3 a 4 veces al día. En casos de afectación cognitiva, se prefiere el uso de glicopirrolato para evitar los efectos secundarios en el sistema nervioso central.
Otras opciones menos comunes incluyen el bromuro de butilescopolamina (BuscapirinaR) y otros fármacos anticolinérgicos como antihistamínicos y trihexifenidilo.
Otras alternativas
Cuando los tratamientos farmacológicos no son efectivos, se puede considerar la infiltración de toxina botulínica en las glándulas salivales, aunque su efecto es temporal, generalmente durando entre 4 y 6 meses como máximo.
En casos extremos en los que los tratamientos anteriores no funcionan, se ha sugerido la radiación de las glándulas parótidas, aunque esta opción se aplica muy raramente, y la cirugía no se recomienda en la actualidad.
Cuidados con la sialorrea
En el caso de saliva muy espesa, el equipo Multidisciplinar te aconsejará en cuanto a alimentación e hidratación, higiene bucal y aspiración de secreciones. También, habría que valorar el uso de humidificadores, nebulizadores.
Además, se puede considerar el uso de agentes mucolíticos como la acetilcisteína o la carbocisteína para ayudar a reducir la viscosidad de la saliva.
La hidratación de la zona peribucal es especialmente importante, ya que la acumulación de saliva puede provocar irritación y heridas cutáneas. Se pueden utilizar productos suaves como las gasas Acofar sin tejer para evitar irritaciones, y la crema reparadora Avene Cold Cream puede ser beneficiosa para hidratar las pieles extremadamente deshidratadas y sensibles, proporcionando alivio contra la inflamación y bloqueando la humedad.
Controlar adecuadamente la sialorrea es crucial no solo para prevenir complicaciones físicas, como problemas de piel o respiratorios, sino también para mejorar la calidad de vida del paciente, ya que el exceso de saliva puede dificultar el uso de la ventilación no invasiva debido a problemas de tolerancia.
Fuente de la información: Guía Asistencial para la ELA de Andalucía
